Estrasburgo (Francia) (EFE).- El fundador de WikiLeaks, Julian Assange dijo este lunes que su “readaptación” después de su liberación el pasado mes de junio, tras doce años privado de libertad tiene “algunas cosas complicadas” como volver a ser un padre” o “volver a ser un marido”.

Intervención en el Consejo de Europa

“Mi readaptación al mundo incluye algunas cosas positivas pero también complicadas como volver a ser un padre de un hijo que ha crecido sin mi. Volver a ser un marido”, dijo Assange en una intervención en el Consejo de Europa, en la que rompió su silencio tras salir de la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido).

Assange dijo también que su acuerdo con la justicia estadounidense le impide denunciar al país sobre su solicitud de extradición ni pedir información sobre lo que ocurrió.

Julian Assange se recupera tras su liberación con sus hijos y esposa en una playa de Australia

La liberación, “un camino realmente profundo”

Julian Assange aseguró que su liberación ha sido “un cambio realmente profundo”.

“La transición de años de condena en una cárcel de máxima seguridad antes de aparecer ante los representantes de 46 países ha sido un cambio realmente profundo”, afirmó Assange al comienzo de su intervención en el Consejo de Europa.

Los motivos que han llevado a Assange al Consejo

El fundador de WikiLeaks llegó al Consejo de Europa esta mañana y ha pronunciado un discurso de diez minutos, tras el que se someterá a las preguntas de los parlamentarios, un día antes de que la Asamblea del Consejo de Europa vote una resolución cuyo borrador le considera un “preso político”.

Ese precisamente es uno de los motivos que ha llevado a Assange a aceptar la “invitación de naturaleza excepcional” del Consejo de Europa.

El texto, que ha escrito la islandesa Thórhildur Sunna Aevarsdóttir, alerta también del “efecto disuasorio” que su detención ha podido tener en la profesión periodística.

El caso Assange

Detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso hoy archivado, Assange estuvo refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio de 2012 hasta su expulsión y detención en Reino Unido en abril de 2019 a petición de EE.UU., que instigó el proceso judicial.

El australiano pasó el último lustro en la cárcel de alta seguridad londinense de Belmarsh en medio de un complejo proceso de extradición a Estados Unidos, que lo acusaba de hasta 18 delitos por violar la Ley de Espionaje estadounidense, por lo que podría haber sido condenado a hasta 175 años de prisión.

La libertad de Assange fue posible tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU. en el que se declaró culpable de violar dicha ley de espionaje, lo que suponía una condena de 62 meses de cárcel que quedó anulada por el tiempo ya cumplido en Belmarsh, a cambio de poder regresar a Australia.

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