La mayoría de los ministros de la Suprema Corte han expresado que no renunciarán a sus cargos, a excepción del ministro Luis María Aguilar, quien termina su mandato en noviembre. Los demás ministros permanecerán hasta que las reformas de Morena y López Obrador les obliguen a retirarse. Solo tres ministras cercanas a la 4T, Yasmin Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres, podrían postularse para mantenerse en la nueva Corte que surgirá de la reforma.
Ocho de los once ministros han decidido no validar ni legitimar la reforma al no presentarse como candidatos en las elecciones de 2025. El ministro Javier Laynez Potisek rechazó la idea de postularse, argumentando que el sistema de elección propuesto no corregirá los problemas de corrupción ni de intereses en el Poder Judicial.
En cuanto a la presidencia de Norma Piña, aunque hubo una propuesta para que renunciara, la mayoría de los ministros decidió respaldar su continuidad. La ministra Yasmín Esquivel propuso una presidencia interina, pero su plan fue rechazado.
A medida que la reforma avance, se espera un desmantelamiento del actual sistema judicial, con un mayor control del Ejecutivo sobre los jueces. Esto podría afectar tanto la justicia en el país como las inversiones nacionales y extranjeras.