Aviñón (Francia) (EFE).- Gisèle Pelicot, la mujer a la que su marido estuvo drogando durante casi diez años para ofrecerla a decenas de hombres que la violaron en estado inconsciente, envió este lunes un mensaje a otras víctimas de violencia sexual en todo el mundo para decirles: “No estáis solas”.
En una breve declaración a la prensa antes del inicio de la audiencia en Aviñón (sureste de Francia) en la que se juzga a su ahora exmarido y a otros 50 hombres por haberla violado, Gisèle Pelicot quiso agradecer las muestras de apoyo que ha recibido desde el inicio del proceso, y en particular las manifestaciones organizadas en Francia este sábado.
“Gracias a todos vosotros tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final. Esta lucha que dedico a todas las personas, mujeres y hombres que en el mundo son víctimas de violencia sexual. A todas esas víctimas, quiero decir hoy, mirad a vuestro alrededor, no estáis solos”, señaló.
El principal acusado tampoco estará hoy en el juicio
Estas palabras las pronunció minutos antes de la hora programada para el inicio de una vista a la que no acudió el que es el principal acusado, Dominique Pelicot, porque según informó su abogada, Béatrice Zavarro, se le ha detectado una piedra en la vesícula y tiene una infección renal.
La vista debe servir, precisamente, para evaluar las consecuencias de la enfermedad del principal acusado, lo que podría conducir a que el presidente del tribunal, Roger Arata, decida suspender el juicio durante unos pocos días o un aplazamiento de largo plazo.
Según la abogada, el mismo Pelicot la llamó anoche desde la cárcel para contarle el diagnóstico médico y precisar que no podría estar presente esta mañana en el Tribunal.
La letrada aseguró que “tenía una voz muy debilitada” y se quejó de que la administración penitenciaria haya tardado tanto en aplicarle un tratamiento, cuando informó de su dolencia el viernes 6.
Zavarro volvió a negar que las dolencias que alega su cliente sean simplemente una excusa para no declarar y no comparecer y aseguró que confía en que no sea necesario posponer el proceso ‘sine die’.
“Yo no quiero y nadie quiere un aplazamiento de este proceso” porque “están movilizadas un centenar de personas” afirmó en referencia a los acusados, las víctimas, los abogados y los expertos.
El juicio, que empezó el 2 de septiembre, debía prolongarse hasta unos días antes de Navidad.