Por María León |

Tucson (EE.UU.) (EFE).- La Operación Guardián, una política de disuasión y militarización de la frontera de EE.UU. con México, cumplió este martes 30 años dejando un “legado de muerte” de miles de migrantes, según grupos humanitarios que rechazan esta táctica que los obliga a tomar rutas peligrosas por el desierto o el Río Bravo y en manos de traficantes.

Para muchos, la Operación Guardián es la “cuna” de las políticas antiinmigrantes implementadas en las últimas décadas, entre ellas por el expresidente Donald Trump (2017-2021), aumentando sin precedentes la militarización de la frontera.

“Sin duda alguna, Operación Guardián fue un fracaso total, tres décadas de una táctica fallida que ha causado miles de muertes de personas cruzando por el desierto de Arizona, por el Rio Bravo en Texas”, dijo a EFE Vicki Gaubeca, directora asociada de política de migración en la frontera con Human Rights Watch.

El 1 de octubre de 1994, la Patrulla Fronteriza inició la Operación Guardián con el solo propósito de frenar el flujo de migrantes cruzando la frontera de manera irregular.

La estrategia del operativo era “prevenir por medio de la disuasión” la entrada de migrantes, cerrando los caminos y las rutas cerca de las ciudades principales, particularmente en California y Texas.

El embudo humano en la frontera de EE.UU.

Sin embargo, el operativo creó un ’embudo’ humano, ya que al cerrar estas vías, los migrantes comenzaron a utilizar rutas mas apartadas y sobre todo comenzaron a internarse en el mortal desierto de Arizona.

“Provocó un cambio radical en la migración, previamente la migración irregular consistía en hombres en su mayoría de México que cruzaban la frontera, trabajaban unos meses en el campo, juntaban dinero y regresaban con sus familias”, explicó Gaubeca.

Querían ganarse unos “dolaritos” y regresar con sus familias.

Sin embargo cuando se comenzó a blindar la frontera y la posibilidad de salir de los EE.UU. y regresar meses después se volvió más difícil, en la frontera se comenzaron a ver familias enteras, mujeres con sus hijos pasando el desierto tratando de encontrarse con sus esposos.

Desde la implementación de la Operación Guardián y antes de que el expresidente Trump ampliara el muro fronterizo, se construyeron más de 700 millas de estas barreras en la frontera sur.

Como parte de la militarización de la frontera, el presupuesto de la Patrulla Fronteriza se duplicó de 363 millones anuales en 1993 a 4,7 mil millones de dólares en 2019, de acuerdo con la Coalición de Comunidades Fronterizas del Sur.

“El costo de Operación Guardián, sin duda, ha sido la vida de miles de migrantes. El gobierno de EE.UU. creía que los migrantes no se atreverían a cruzar por el desierto de Arizona y vimos las terribles consecuencias”, dijo a EFE Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona.

Los migrantes muertos y desaparecidos en EE.UU.

La SBCC estima que desde 1994 más de 8.000 migrantes han muerto a lo largo de la frontera, una gran parte de ellos en el desierto de Arizona, donde las temperaturas superan fácilmente los 43 grados Celsius (110 grados Fahrenheit) en el verano. Otros 5.500 han sido reportados como desaparecidos.

“Operación Guardián fue la cuna, el inicio de una militarización sin precedentes y la deshumanización de los migrantes, a quienes siempre se les culpa de todos los problemas”, dijo García.

Estados Unidos ha implementado desde entonces medidas extremas como el envió de soldados de la Guardia Nacional a resguardar la frontera, también el uso de drones no tripulados y hasta perros robot para frenar el flujo de migrantes.

Igualmente, se han incrementado las penas en contra de migrantes que ingresan en más de una ocasión de forma irregular, incluyendo sentencias de cárcel.

Ambas activistas expresaron preocupación ante el resultado de las elecciones del próximo 5 de noviembre.

Trump, el candidato republicano, ha prometido mano dura contra la migración irregular, la implementación de nuevo de su política de “cero tolerancia” y una deportación masiva de migrantes que ya se encuentran en los EE.UU.

Mientras que la vicepresidenta Kamala Harris se ha comprometido a continuar con la implementación de restricciones de entrada de solicitantes de asilo implementadas por el presidente, Joe Biden, el pasado mes de junio y reforzada este lunes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *